Aquella mañana, me desperté temblando de pánico, pues escuché que alguien me susurraba al oído una frase que me dio muchas cosas en que pensar. La frase decía: ´´cuando salgas por esa puerta morirás´´ Estuve pensando varios minutos en lo que me había pasado, tenía miedo , tenía pánico... pensar que aquello era cierto, que todo se acabaría para mí.
Con tan solo 14 años ¿morir?, eso no lo había pensado nunca, mi primer amor, mis noches de fiesta, nunca las podría tener.
Tenía miedo a que esa frase fuera real, ya que todos tenemos que morir en un momento u otro.
En ese instante mi madre abrió la puerta de mi cuarto, encendió la luz y dijo ´´cariño levántate, que llegas tarde al colegio´´.
Sentí un gran alivio, y con una sonrisa de oreja a oreja me vestí y le dí un gran abrazo a mi madre, como si fuera el último que le fuese a dar.
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