Procedencia de la imagen.
Esta imagen que vemos es obra de: Roland Fischer.
La visita que hicimos a mí por lo menos no me ha gustado mucho. Nos dijeron que al ser una cárcel antigua veríamos celdas y más cosas. Las vinos a lo lejos, pero yo quería ver cómo eran por dentro.
Nos estuvieron enseñando los almacenes. Uno de ellos estaba debajo del patio de los presos masculino y el otro debajo del de las mujeres.
Cuando procedíamos a ver el almacén primero, nos enseñaron unas puertas metálicas que antes eran de la cárcel.
Luego nos enseñaron una sala donde tenían los cuadros envueltos en cartones. En cada caja ponían unos símbolos, por ejemplo un paraguas era para que los que llevaban los cuadros supieran que no se pueden mojar y que son muy frágiles.
Luego subimos a la planta de arriba y nos enseñaron unas exposiciones de fotografías de Roland Fischer.
Además de las fotografías que representaban las mujeres en el agua, había otras series. Una de ellas eran grandes cuadros con cientos de fotografías. Cada uno de ellos representaba un trabajo diario, por ejemplo habían fotos de campesinos, de militares, de estudiantes....
Estas fotografías a mí me producían una sensación inquietante: tanta gente, tantos rostros,... eran increíbles. Pensar que el fotógrafo se fijo en las caras y el rostro y no en el cuerpo...me parece una idea espectacular. Además cada una de ellas tenía un rostro diferente, una estaba de perfil, otra recta...hasta una de ellas llevaba un pendiente, que eso es muy difícil de encontrar en una fotografía tan espléndida.
La visita que hicimos a mí por lo menos no me ha gustado mucho. Nos dijeron que al ser una cárcel antigua veríamos celdas y más cosas. Las vinos a lo lejos, pero yo quería ver cómo eran por dentro.
Nos estuvieron enseñando los almacenes. Uno de ellos estaba debajo del patio de los presos masculino y el otro debajo del de las mujeres.
Cuando procedíamos a ver el almacén primero, nos enseñaron unas puertas metálicas que antes eran de la cárcel.
Luego nos enseñaron una sala donde tenían los cuadros envueltos en cartones. En cada caja ponían unos símbolos, por ejemplo un paraguas era para que los que llevaban los cuadros supieran que no se pueden mojar y que son muy frágiles.
Luego subimos a la planta de arriba y nos enseñaron unas exposiciones de fotografías de Roland Fischer.
Además de las fotografías que representaban las mujeres en el agua, había otras series. Una de ellas eran grandes cuadros con cientos de fotografías. Cada uno de ellos representaba un trabajo diario, por ejemplo habían fotos de campesinos, de militares, de estudiantes....
Estas fotografías a mí me producían una sensación inquietante: tanta gente, tantos rostros,... eran increíbles. Pensar que el fotógrafo se fijo en las caras y el rostro y no en el cuerpo...me parece una idea espectacular. Además cada una de ellas tenía un rostro diferente, una estaba de perfil, otra recta...hasta una de ellas llevaba un pendiente, que eso es muy difícil de encontrar en una fotografía tan espléndida.
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