La visita al DA2 no me resultó nada interesante, nos explicaron cómo funciona el museo, dónde guardan los cuadros, y a que temperatura tienen que estar para que no se estropeen.
Vimos también las fotografías de Roland Ficher.
A mí me llamó la atención las fotos de los monjes. Sus rostros estaban muy serios y expresaban mucha vida interior.
Tampoco me divertí en el parque de los Jesuitas porque me aburría sin hacer nada.
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