El de la izquierda soy yo en la procesión del año pasado
Esta semana santa, el jueves 21 de abril salía en la procesión del Cristo del Amor y de la Paz. Al llegar a las 7 de la tarde a la iglesia del Arrabal, desde donde tenía que salir, llovía muchísimo. Entré en la iglesia para vestirme y estaba ya casi todo el mundo. Salíamos a las 8 y media.
Estuvimos allí hablando con todo el mundo mientras llegaba la hora, pasaron lista y nos dieron a cada uno lo que tenía que llevar: unos llevaban unas chascas, otros la cruz, etc.
Pero cuando llegó la hora, un hermano mayor anunció que si seguía así no salimos. Se reunieron todos los hermanos mayores y los de la junta para decidir qué hacíamos. Nos anunciaron que teníamos que esperar hasta las 9, y si seguía lloviendo no salíamos. A las 9, como seguía lloviendo intermitentemente, nos dijeron que no salíamos, que no nos arriesgábamos a que nos pillara la lluvia en el puente romano o en la calle Tentenecio.
Al final quedamos en que sacábamos a la Virgen y al Cristo a la puerta, los bailábamos, hacíamos la reverencia, y nos metíamos para dentro de la iglesia.
Mi padre, que cargaba el Cristo, me metió a mí para ayudarles a cargarlo. Fue la leche, me emocioné y todo.
!!! FUE INCREÍBLE !!
El próximo año saldré en la procesión de la borriquilla, ya que es unas de las que más me gusta, y sobretodo el paso.
Esta semana santa he visto todas las procesiones porque me encanta, no me he perdido ni una.
El paso de la borriquilla
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